La atrofia progresiva de la retina es una condición oftalmológica degenerativa que afecta a los fotorreceptores en la retina y que constituye un desafío clínico significativo en la práctica veterinaria.
Esta enfermedad de origen hereditario afecta tanto a perros como a gato, siendo más frecuente observarlo en perros de raza grande.
Anatómicamente hay dos tipos de neuronas fotorreceptores: los bastones, situados en la periferia, y los conos, localizados en el centro. En esta enfermedad hay una pérdida progresiva de estos fotorreceptores que compromete la capacidad de la retina para captar la luz, resultando en la paulatina pérdida de la función visual del animal, ya que la información visual no puede ser transmitida eficientemente al cerebro. Su inicio, muy sutil en un inicio, hace que la detección temprana sea un desafío y a menudo los propietarios no perciben la enfermedad hasta que está en una etapa avanzada.
Esta condición, con un origen hereditario, afecta ambos ojos por igual, mostrando cierta predileccion por razas específicas, tales como el Caniche, Cocker, Labrador, Golden Retriever o el Bichon Maltés, aunque puede manifestarse en cualquier raza y especie animal (ver tabla 1).
Tabla 1. Razas predispuestas genéticamente a sufrir atrofia degenerativa de retina
Akita | Doberman | Rottweiler |
Alaskan malamute | Fox terrier | Schnauzer miniatura |
Basset hound | Gran danés | San Bernardo |
Beagle | Greyhound italiano | Samoyedo |
Border Collie | Golden retriever | Schnauzer gigante |
Border Terrier | Husky siberiano | Scottish terrier |
Bóxer | Labrador retriever | Shih tzu |
Bull Mastiff | Bichón maltés | Spitz |
Bull terrier | Pastor belga malinois | Spaniel tibetano |
Chihuahua | Pastor alemán | Setter irlandés |
Caniche | Perro de agua portugués | Setter inglés |
Rough collie | Pequinés | Setter gordon |
Cocker spaniel inglés | Pointer | Springer spaniel inglés |
Cocker spaniel americano | Pomerania | Terrier tibetano |
Carlino | Papillón | Teckel |
¿Cuándo aparece la enfermedad?
La atrofia progresiva de la retina tiende a manifestarse a partir de los 8 años, pero la degeneración inicia su curso desde los 2-3 años de edad. Los síntomas iniciales suelen estar vinculados a la disfunción de los bastones, los cuales son los primeros fotorreceptores en deteriorarse y los responsables de la visión nocturna. En condiciones de luz tenue, los perros pueden mostrar dificultades para ver bien, mostrando una mayor inseguridad en su comportamiento. Los propietarios pueden notar este fenómeno durante los paseos nocturnos.
Los animales experimentan dificultades para percibir objetos y presentan pupilas dilatadas como respuesta a la falta de percepción de luz. En muchos casos, la atrofia progresiva de la retina se asocia con el desarrollo de cataratas; estas se desarrollan debido al daño ocular que producen las sustancias producidas por la retina degenerada.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la enfermedad requiere la validación del médico veterinario. Se recomienda realizar revisiones visuales anuales, especialmente en razas predispuestas a esta enfermedad.
Las pruebas diagnósticas esenciales para diagnosticar la atrofia progresiva de retina van a ser la oftalmoscopía para ver el fondo de ojo y la electrorrenitografía para valorar la respuesta de los fotoreceptores de retina.
¿Cuál es el tratamiento?
En términos de tratamiento, es crucial destacar que la atrofia progresiva de la retina carece de opciones curativas, dado su carácter degenerativo. Sin embargo, existen enfoques terapéuticos que pueden ralentizar su progresión, enfatizando la importancia del diagnóstico precoz para iniciar el tratamiento lo antes posible. Realizar revisiones periódicas en mascotas, especialmente en razas predispuestas y en perros que hayan sufrido cataratas en su juventud, es esencial, ya que ambas patologías a veces están interrelacionadas.
Dentro de las opciones terapéuticas, se incluyen vasodilatadores periféricos, vitaminas y suplementos de luteína como Retinae de Dr+Vet. Estos suplementos buscan proporcionar un soporte que, si bien no revierte la condición, puede mejorar la calidad de vida del paciente y prolongar su capacidad visual. En este contexto, la atención veterinaria especializada desempeña un papel fundamental en el manejo integral de la atrofia progresiva de la retina, proporcionando a los propietarios orientación y cuidados adaptados a las necesidades específicas de cada paciente.
Este texto tiene únicamente propósitos informativos. Te sugerimos que lleves a tu mascota al veterinario en caso de que manifieste algún malestar parecido a los mencionados en el artículo.