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25/Mar/2024

La Queratoconjuntivitis Seca (KCS), también conocida como «ojo seco», es una afección oftalmológica común en perros y gatos que afecta la superficie ocular, específicamente la córnea y la conjuntiva.

Esta enfermedad resulta de la deficiencia de alguna de las fases de la película lagrimal, lo que conduce a la hiperosmolaridad de la lágrima y, en consecuencia, a una serie de complicaciones oculares que pueden comprometer la salud visual del animal.

La estructura de la lágrima

Para entender mejor la KCS, es importante conocer las tres capas que componen la película lagrimal y sus funciones:

  • Capa mucinosa: Esta capa, la más interna, modifica la tensión superficial de la lágrima para que se adhiera y distribuya adecuadamente por la superficie del ojo. La mucina se produce y secreta principalmente en las células caliciformes conjuntivales.
  • Capa acuosa: La capa intermedia, y la más abundante, hidrata la superficie ocular y transporta nutrientes y oxígenos esenciales para el metabolismo de la córnea. También actúa como un mecanismo de lavado para eliminar desechos y cuerpos extraños. Esta porción acuosa se produce y secreta en las glándulas lagrimales principal y accesorias.
  • Capa lipídica: La capa más externa protege la capa acuosa de la evaporación, lo que permite que la lágrima permanezca en el ojo por más tiempo. Además, aumenta la tensión superficial de la lágrima, evitando el desbordamiento por el borde del párpado y lubricando los párpados. Esta capa se produce y secreta principalmente en las glándulas de Meibomio.

Clasificación de las KCS

La KCS se puede clasificar en dos tipos principales:

  • KCS cualitativa: Se produce por una disminución patológica de los componentes lipídicos o mucoides de la película lagrimal, lo que dificulta su permanencia en la córnea, ya sea por exceso de evaporación o por dificultad para adherirse. Suele deberse a un daño o inflamación en las glándulas de Meibomio o en las células caliciformes de la conjuntiva.
  • KCS cuantitativa: Se produce por una disminución patológica del componente acuoso de la película lagrimal. Puede tener diversas causas, siendo la más común la inflamación localizada y crónica inmunomediada de la glándula lagrimal. Esta es la forma más frecuente de KCS, y en la mayoría de los casos progresa a una forma mixta (cuantitativa y cualitativa) con el tiempo.

Que síntomas causa?

Los síntomas de la KCS pueden incluir exudado mucoso, hiperemia conjuntival, opacidad corneal, neovascularización, edema y ulceración corneal, entre otros.

Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la KCS requiere una evaluación exhaustiva de la historia clínica del paciente y pruebas oftalmológicas específicas, como el Test de Schirmer, Test de Fluoresceína y el Test Verde de Lisamina.

Que tratamiento se usa?

El tratamiento de la KCS puede incluir lágrimas artificiales, inmunosupresores tópicos y tratamientos quirúrgicos, dependiendo de la gravedad y la causa subyacente de la enfermedad. Además, la suplementación con nutracéuticos específicos como LACRIMALIS+ puede ayudar a manejar esta enfermedad, ofreciendo una ayuda natural para mantener la salud ocular de las mascotas.

 

Si tu mascota presenta síntomas compatibles con esta enfermedad, acude a tu veterinario de confianza para su correcto diagnóstico y tratamiento.


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17/Ene/2022

Los últimos meses, y sobre todo tras la publicación de Danika Bannasch et al. el pasado mes de diciembre en la revista Canine Medicine and Genetics, la endogamia entre razas caninas está siendo ultimamente el tema principal en los medios de salud animal. La endogamia es cuando existe un parentesco alto entre uno y/o diferentes ejemplares.

Os estaréis preguntando la relación entre este estudio y la predisposición a padecer patologías oculares de algunas razas caninas, ¿verdad? A continuación, os desvelaremos cómo de relacionadas están ambas cuestiones.

A diferencia de los animales que componen la producción animal, los perros de raza son seleccionados en base a su pedigrí y caracteres fenotípicos o de apariencia física. El pedigrí o árbol genealógico es insuficiente ya que no abarca un número significativo de individuos; mientras que en lo que se refiere a los caracteres o rasgos de apariencia, repercuten en que se acaben seleccionando caracteres funcionales y/o vitales para el animal. El estudio de Bannash et al. calcula, mediante la base de datos de Wisdom Health Genetics, una endogamia promedio del 25% en 227 razas. Una alta endogamia es significativa de tener una alta prevalencia a padecer ciertas enfermedades. Además de la endogamia, la calidad de vida de las mascotas ha mejorado, lo que implica que al igual que en los humanos, al vivir más años se inicien problemas degenerativos asociados a la edad.

Son muy conocidas algunas asociaciones como la displasia de cadera en los Golden Retriever o las insuficiencias cardiacas de los braquiocefálicos. Aun así, siempre nos olvidamos de las que afectan a la vista, las cuales además de ser extremadamente molestas, pueden acabar teniendo grandes repercusiones en la salud del animal. Es por eso por lo que el pasado mes hicimos varias publicaciones en nuestras redes sociales (LinkedIn Instagram) presentando los productos de nuestra línea oftalmológica asociando los caninos (y felinos, menos frecuentes) predispuestos a padecer las diferentes afecciones oculares. Para ello nos basamos en un estudio de la BVA (British Veterinary Association) y The Kennel Club. Os dejamos a continuación los enlaces a cada publicación para cada patología:

Cuando existen degeneraciones asociadas a la edad o por predisposiciones genéticas, las opciones de tratamiento quedan reducidas. Los tratamientos de apoyo que ralentizan la aparición y/o alivian la sintomatología son muchas veces la única solución. LA PREVENCIÓN ES LA CLAVE.

Os dejamos el siguiente enlace para que consultéis las todas las enfermedades, independientemente de las oculares, a las que se encuentra predispuesta cada raza.


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