El glaucoma en animales es una enfermedad ocular crónica que afecta tanto a perros como a gatos, entre otras especies. Se caracteriza habitualmente por un aumento en la presión intraocular (PIO), que daña el nervio óptico y la retina, conduciendo a la pérdida progresiva de visión e incluso a la ceguera. A medida que el líquido intraocular, conocido como humor acuoso, se acumula debido a un fallo en su drenaje natural, se incrementa la presión dentro del ojo, generando un daño irreversible en las estructuras oculares internas.
La importancia del nervio óptico y el humor acuoso
El nervio óptico es esencial en el proceso visual, ya que es el encargado de transmitir las imágenes captadas por la retina al cerebro, donde se procesan para generar la visión. Este nervio es muy sensible a los cambios en la presión dentro del ojo. El humor acuoso, por su parte, es un líquido que fluye continuamente dentro del ojo, proporcionando nutrientes a las estructuras oculares internas y eliminando residuos. En condiciones normales, este líquido se drena a través de un sistema especializado en el ángulo iridocorneal, pero en casos de glaucoma, esta salida se bloquea o se reduce, provocando una acumulación de líquido que eleva la presión ocular.
Existen dos tipos principales de glaucoma: glaucoma primario y glaucoma secundario. El glaucoma primario está relacionado con causas genéticas y anatómicas, siendo más frecuente en razas de perros predispuestas, como los Cocker Spaniel o Bichón Maltés. El glaucoma secundario, en cambio, surge como consecuencia de otras enfermedades o traumatismos oculares, como uveítis crónicas, luxaciones de cristalino, o cataratas. Este último tipo es más común en gatos.
Síntomas del glaucoma en animales
El glaucoma es una enfermedad difícil de detectar en sus primeras fases, ya que los animales suelen adaptarse a la pérdida gradual de visión sin mostrar síntomas obvios. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, los signos clínicos se hacen más evidentes. Los síntomas del glaucoma incluyen:
- Ojos enrojecidos
- Dolor ocular severo, lo que provoca que el animal se frote los ojos o evite la luz
- Pupilas dilatadas que no responden adecuadamente a la luz
- Visión borrosa
- Náuseas, vómitos, irritabilidad y cambios en el comportamiento debido al dolor
- Apariencia turbia o halo azulado en el ojo afectado
- Sensibilidad a la luz (fotofobia)
- Desorientación o dificultades para moverse en espacios conocidos
En fases más avanzadas, los animales pueden presentar comportamiento agresivo o irritabilidad debido al dolor intenso. Es importante recordar que los animales pueden adaptarse a la pérdida de visión sin notarlo en etapas iniciales, por lo que los controles veterinarios regulares son cruciales para detectar y tratar esta enfermedad a tiempo.
Diagnóstico del glaucoma
El diagnóstico del glaucoma requiere una evaluación oftalmológica completa. Las pruebas más comunes incluyen la tonometría, que mide la PIO y determina si está dentro de los límites normales, y la oftalmoscopia, para evaluar el estado del nervio óptico y la retina. En algunos casos, se puede realizar una gonioscopía para observar el ángulo iridocorneal, donde se drena el humor acuoso, y determinar si hay una obstrucción en el flujo de este líquido.
Una detección temprana es esencial para evitar el daño irreversible al nervio óptico y la pérdida de visión. Desafortunadamente, en muchas mascotas el glaucoma se presenta de manera aguda, con síntomas evidentes, lo que hace que la intervención sea urgente.
Tratamiento del glaucoma en animales
El tratamiento del glaucoma en animales tiene como objetivo reducir la PIO y prevenir una mayor pérdida de visión. Hay dos enfoques principales: el tratamiento médico y el tratamiento quirúrgico.
- Tratamiento médico: En los casos menos graves, el glaucoma se puede manejar con medicamentos que reducen la producción de humor acuoso o mejoran su drenaje. Estos medicamentos suelen ser colirios, aunque también existen tratamientos sistémicos.
- Tratamiento quirúrgico: Cuando el tratamiento médico no es suficiente, se recurre a la cirugía. Existen dos opciones principales:
- Láser: Se utiliza para reducir la producción de humor acuoso en el ojo afectado.
- Implantes de drenaje: Se colocan válvulas o tubos que permiten que el humor acuoso salga del ojo, reduciendo la presión interna.
Ambos tratamientos tienen como objetivo evitar la progresión del glaucoma y preservar la visión, aunque en casos avanzados la ceguera puede ser inevitable.
Nutraceuticos en el manejo del glaucoma
Los nutracéuticos juegan un papel complementario en el manejo del glaucoma, ayudando a proteger el nervio óptico y mejorar la microcirculación ocular. Glauco+ de Dr+Vet by Andersenpets es un ejemplo de un suplemento especialmente formulado para animales con glaucoma. Contiene ingredientes como:
- Ginkgo biloba, que mejora la circulación ocular y ayuda a proteger el nervio óptico del daño isquémico.
- Vaccinium myrtillus (arándano), rico en antioxidantes que neutralizan los radicales libres y mejoran el flujo sanguíneo ocular.
- Citicolina, un neuroprotector que apoya la función visual y el sistema nervioso central, protegiendo las células ganglionares de la retina del estrés oxidativo.
El uso de estos nutracéuticos puede contribuir a ralentizar el progreso del glaucoma y mejorar la calidad de vida de las mascotas afectadas, aunque siempre deben combinarse con el tratamiento médico y quirúrgico adecuado.
Prevención del glaucoma
Dado que el glaucoma puede ser asintomático en sus primeras fases, la prevención es clave. Las razas predispuestas genéticamente, como los Cocker Spaniel, Bulldog Francés y Bichón Maltés, deben someterse a controles oftalmológicos regulares para detectar cualquier signo temprano de la enfermedad. En algunos casos, los veterinarios pueden recetar colirios preventivos para reducir la PIO en mascotas con antecedentes familiares de glaucoma.
En general, el glaucoma es una enfermedad que requiere un manejo multidisciplinario. La combinación de medicación, cirugía y nutracéuticos puede ofrecer un mejor pronóstico y preservar la visión durante más tiempo. Es esencial que los veterinarios estén atentos a los signos clínicos y eduquen a los tutores sobre la importancia de las revisiones oftalmológicas para detectar el glaucoma de manera temprana.