El pasado sábado 12 de marzo fue el día mundial del Glaucoma ¿Sabías que el Glaucoma es de las principales causas de ceguera en los perros? Por tal de aumentar la concienciación sobre esta enfermedad que presenta una de las urgencias oculares más comunes en la clínica de pequeños animales, os explicamos a continuación los puntos clave de la patología.
El Glaucoma es una enfermedad crónica neurodegenerativa del nervio Óptico y de la retina. Se caracteriza por una alteración en el equilibrio entre la producción y la salida del humor acuoso, haciendo que se acumule dentro del ojo y aumentando de esta manera, la presión intraocular (PIO). Una vez aumenta la PIO, de manera progresiva se irán dañando las Células Ganglionares de la retina llevando a su apoptosis y se generará una neuritis del N.Óptico, esto podrá llevar a la pérdida de la visión del paciente. El pronóstico del paciente suele ser reservado, con la mayoría de ellos pudiendo perder la vista de ambos ojos de manera progresiva e incluso, en algunos casos, llegando a la enucleación de los ojos afectados.
Hay diferentes clasificaciones de los glaucomas:
- Según su evolución podemos clasificarlos en agudos o crónicos.
- Según la causa, podremos diferenciarlos entre:
- Congénito
- Primario: normalmente ligado a factores hereditarios. Es el más común en perros.
- Secundario a otras patologías intraoculares. Más habitualmente en gatos.
- Según la morfología del ángulo iridocorneal podrán ser:
- De ángulo abierto: es el más habitual en humanos. En perros, hay algunas razas predispuestas, como el Beagle o el Norweigan Elkhound.
- De ángulo estrecho
- De ángulo cerrado: Es el tipo más común en perros. Las razas más predispuestas son Cocker Spaniel Americano e Inglés, Basset Hound, Chihuahua, Gran Danés, Labrador Retriever, Chow-Chow, Shar-pei, etc. tal y como ya os mostramos anteriormente en nuestras redes sociales (Linkedin, Instagram).
En las fases más iniciales cuando la PIO está levente elevada, los síntomas suelen pasar desapercibidos, pero estos irán progresando hasta que la PIO esté marcadamente elevada y es entonces cuando el paciente podrá presentar: dolor severo, ojos enrojecidos, fotofobia (intolerancia a la luz), epífora (lagrimeo excesivo y constante), midriasis (dilatación de la pupila), etc.
Para llegar a su diagnóstico tendremos que estar atentos a la anamnesis e historia clínica del paciente, realizar una revisión general y oftalmoscópica, medir la PIO mediante la tonometría (hay gran variedad de diferentes tonómetros en el mercado) y evaluar la morfología del ángulo iridocorneal mediante gonioscopia. En algunos casos al paciente se le podrá realizar otras pruebas como la ecografía de alta resolución.
Se pueden usar diversos tipos de tratamientos médicos (tópicos o sistémicos) o quirúrgicos (como por ejemplo las diferentes técnicas de la cirugía ciclodestructiva con láser) con el fin de intentar reducir la PIO. Otra baza primordial en el tratamiento del glaucoma para intentar retrasar al máximo la pérdida de la visión del paciente, ya sea en los dos ojos si el diagnóstico es precoz o de al menos uno de los dos, cuando la vista se haya perdido ya en uno, será la suplementación con nutracéuticos como Glauco, ricos en vitaminas del grupo B y otras substancias antioxidantes y neuroprotectoras como el Ginkgo Biloba o el arándano silvestre, para ayudar a reducir la progresión de la enfermedad protegiendo la retina y al N.Óptico de los dañinos radicales libres a causa del aumento del estrés oxidativo y aumentando el flujo sanguíneo al N.Óptico.
Como conclusión, cuanta mayor información y conocimiento tengamos del glaucoma y se puedan realizar diagnósticos más precoces en los que la visión aún esté preservada, mayor oportunidad tendremos de que las opciones de tratamiento sean más eficaces y así, reducir el daño a la retina y el N.Óptico, mejorando la calidad de vida de los perros afectados.